martes, 19 de enero de 2010

Errores... vida y béisbol

En el béisbol podemos presenciar varios aspectos que tienen mucha similitud en nuestra vida cotidiana, pues nos podemos ver reflejados en diferentes acciones, actitudes y comportamientos del jugador y en otras ocasiones a nivel equipo como lo es una familia.

En lo personal, cuando observo un juego de béisbol desde las gradas, lo que más me llama la atención son las emociones y acciones, pues me gusta observar las causas y sus efectos.

Me encanta ver cómo la afición valora y premia con aplausos una gran jugada de su equipo; es tanta la emoción de grandeza que indudablemente logran transmitirla a los propios jugadores. De igual manera se vive la frustración y el enojo al presenciar errores, actitudes de desgane e inclusive de apatía.

No creo que exista un momento más difícil en la vida de un beisbolista que cuando comete error, sobre todo si con ese error se pierde un juego, que signifique el pase al playoff o hasta una final. Ni lo olvidan ellos como jugadores, mucho menos la afición.

En esos momentos difíciles, en donde los ánimos son casi nulos y el panorama luce oscuro… casi negro, es donde el jugador tiene la gran oportunidad, ¡de mostrar la casta, el temple, el coraje!

Como en la vida misma, ¿cuántas veces no cometemos errores? Y por consiguiente tenemos dos opciones: o nos levantamos y damos la cara, nos ponemos de pie, de frente esperando afrontar las consecuencias y tener la firme convicción de resolverlas, si es que está en nosotros la solución, ó nos vencemos, nos encojemos de hombros y agachamos la mirada sintiéndonos de la peor manera y hasta señalando a los demás como los responsables.

La vida nos da pocas oportunidades para reivindicar nuestras faltas, y aún así, las dejamos pasar.
El béisbol, en este sentido es tal vez más generoso.

Te da la oportunidad en tu siguiente turno al bat, ó con una gran jugada, de demostrar que puedes en verdad ayudar a tu equipo; que tienes las herramientas en tus facultades y capacidad para cambiar el rumbo del juego.

El detalle, y que tal vez hace la gran diferencia entre un jugador a otro, es esa capacidad de NUNCA, JAMÁS dejar de creer en SI MISMO, y en lo que puede lograr.

Admiro aquel jugador que no se deja vencer y pide a gritos la siguiente oportunidad para demostrar su valía.

Admiro al jugador que anima, da apoyo y soporte a su compañero en dificultades, dando fortaleza en el momento que más lo necesita.

Admiro al pitcher que no muestra actitud negativa al ver que sus compañeros cometen error, y los ¡motiva a salir adelante! .... Pues bien recuerda que en otras ocasiones, fueron sus compañeros quienes hicieron la diferencia en su juego.

Admiro al manager que no señala ni muestra enojo si su equipo falla, y no dan el tipo de juego que él quiere en ese momento.

En la vida como en el béisbol los errores siempre están presentes. ¿Cuál es nuestra actitud para afrontarlos? Sin duda, el tener una actitud positiva es la clave.

Es la diferencia en tener la motivación y convicción de poder empezar un “rally”… venir de atrás en el marcador y así…. ganar el juego!!!




martes, 12 de enero de 2010

Especifica... por favor

Otro año inicia y los deseos, sueños y proyectos toman una nueva dimensión; que para darles forma tienen que estar perfectamente bien claros.

No es suficiente mantener los proyectos en nuestra mente e imaginación; es necesario redactarlos y definir celosamente el orden de prioridad, poner la lista en un lugar visible y ponernos a trabajar en ello sin perder el enfoque.

En mi caso, algunos de mis proyectos muy personales tienden a permanecer más tiempo de lo que yo quisiera tanto en mi mente, como en mi lista… pues mi vida actualmente gira en torno a mi familia, en sus necesidades y aspiraciones; que automáticamente las hago muy mías también.

Comparto con mis hijas sus anhelos y objetivos, planes muy simples como el “formular estrategias de motivación” para que por fin Sofía deje el pañal, ó cómo ayudar e incentivar a las gemelas a mejorar calificaciones en matemáticas e inglés, realizar mejoras en la casa…etc.

Y con mi marido (que como bien saben) todo gira en torno a su béisbol...
el objetivo es seguir apoyándolo en mejorar varios aspectos de su carrera y así mantener y de ser posible aumentar su nivel de juego. ¡Es su vida de béisbol!… y es la nuestra también.

Aún así todo lo antes mencionado sigue siendo muy inespecífico, muy general ¿verdad?
Les platico el por qué de la importancia de los detalles, de las especificaciones:

En la pasada temporada invernal del pacífico (que por cierto para nosotros ya terminó), Oswaldo acostumbra de un tiempo a la fecha, a redactar sus metas por temporada en una libretita que lleva consigo en su maleta de viaje. Siempre da inicio a su lista con la palabra: “Campeonato”.

Gozar de salud, así como también la salud de todos sus compañeros, que aunque en ocasiones no depende del todo en ellos como deportistas. -Me imagino que el escribirlo y desearlo a él lo hace sentir bien y eso es muy importante también-.

Continúa su lista con querer y poder jugar toda la temporada, en mantener todo el tiempo una actitud ganadora y positiva dentro y fuera del terreno de juego, en concentrarse en dar más del 100% en cada juego y en cada jugada. Y así continúa su lista de manera ya un poco más específica en cuanto a su ofensiva, ya en cantidades de carreras producidas, el número hits, dobles, etc.

En este invierno, Oswaldo se propuso a dar más hits, y producir más carreras que su mayor cifra en temporadas anteriores.

Para su sorpresa pudo cumplir algunas de sus metas semanas antes que finalice la temporada. Sobre todo en sus hits conectados, entonces se mentalizó para llegar a los 90 hits, (18 hits más que su mayor cifra anterior, que era de 72 hits).

¡Y así fue! un día antes de que finalice la temporada regular había dado ya los 90 hits que se había propuesto mentalmente.

Cuando hablamos por teléfono al finalizar el último juego de la temporada, me comentó: “¡Ay mi vida! hoy me fui de 4-0, pues me dije 90 hits y ahí me quedé, ¡debí haber dicho más de noventa! “

Como saben, el líder de hits de la Liga del Pacífico fue Mike Cervenak con 91.

En resumen, cuando nos fijemos una meta, es importante ser específicos en los detalles.

miércoles, 6 de enero de 2010

Gemelas

Poema de Rosario G. Towns (Mamá de gemelas)


Una de frente a la otra;
por ti es que me conozco
la misma sonrisa corta
y el color de nuestros ojos

Dos cabezas onduladas,
idénticas en el torso,
tus huellas en mis pisadas
y los años de que gozo

Presiento cuando estas triste
y puedo reir tu alegría
sientes el golpe que me diste,
yo, el raspón de tu rodilla

Tu saliva en mi paleta,
nuestras huellas digitales,
la casita de muñecas
y la siesta por las tardes

Me preguntan, tu respondes
Nos vestimos de princesas,
tarareo tus canciones
y somos igual de necias

Conforme pasen los años:
Tu diestra como la mía,
reflejos de igual tamaño;
Cómplices, fieles, amigas,

Siempre seremos cual una,
aunque dos almas y dos cuerpos;
seguiremos la aventura
poco más ó poco menos

Si tiñeras tu cabello
y llevaras uñas cortas,
aunque usaras espejuelos
y tu suerte fuera otra

Si viviera yo muy lejos
y parlara otro idioma
y tuviera amigos nuevos
y olvidara nuestras bromas

Late ritmos similares
y el RH negativo,
diez señas particulares
y sentimientos precisos

Somos tu y yo, eso cuenta;
pues fue Dios que así lo quiso
y somos hermanas gemelas:
YO TE AMO, TU LO MISMO.